martes, 10 de mayo de 2016

TIPS para superar con éxito los exámenes finales

                                                



Llega el final del curso. La mayor parte del trabajo está hecho, sin embargo, nuestros resultados globales se ponen en juego durante estas semanas, por no hablar del alumnado que se enfrenta a la temida PAEG dentro de un mes.
Nervios, falta de tiempo, estrés, malos hábitos de sueño y estudio apresurado de última hora, son compañía habitual durante este periodo. Por eso, conviene recordar algunos aspectos clave que nos ayudarán a superar las pruebas finales del curso y extraer todo lo positivo de estas semanas frenéticas. Aquí te dejamos estos sencillos tips que un buen estudiante nunca debería olvidar:

Primero, hablaremos de los factores que influyen en el rendimiento académico. Si bien son muy numerosos, nos centraremos en 3 que debemos controlar y potenciar:

  1. MOTIVACIÓN: Es el motor que te ayudará a no desfallecer cuando la presión de los exámenes sea grande. Siempre debes tener presente tus metas tanto a corto, como a medio-largo plazo. Desde aprobar el próximo examen o la evaluación final, hasta poder dedicarte a la profesión que más te gusta. Tus objetivos personales y profesionales son el mejor combustible para seguir esforzándote.
  2. AUTOESTIMA: Unida a la anterior en cierto modo, la autoestima es la percepción que tenemos de nosotros mismos. Procura siempre tener una actitud positiva ante el estudio. Piensa siempre que con dedicación serás capaz de conseguir lo que te propongas tal y como has conseguido en ocasiones anteriores. Ten presente que cada examen, prueba o dificultad que se presenta, es una oportunidad para seguir mejorando en el aspecto académico y también en el personal. Disfruta del reto y ¡a por él!
  3. HÁBITO DE ESTUDIO: Es la herramienta esencial para poder conseguir aquellas metas que nos propusimos. Recuerda los pilares básicos:
  • Tiempo y espacio: Dedica entre dos o tres horas diarias a repasar las asignaturas para mantenerte al día de los contenidos y evitar que se acumulen en el último momento. Elabora un horario a seguir y recuerda establecer pequeños periodos de descanso (entre 5 y 10 minutos) por cada hora de estudio. Además, procura siempre estudiar en el mismo lugar para favorecer la concentración; siempre a una temperatura adecuada y con buena iluminación (luz principal dirigida a los apuntes y luz auxiliar para el resto de la estancia).
  • Pon en práctica Técnicas de Estudio: Intentar memorizar los contenidos directamente del libro de texto o de los apuntes, en una primera lectura, es un error muy común. Te proponemos que, para hacer la tarea más amena y obtener mejores resultados, dividas el estudio en las siguientes fases:
    • Prelectura: Primera lectura somera para tomar contacto con el contenido.
    • Lectura comprensiva: Lectura profunda y atenta con el fin de comprender y asimilar el tema.
    • Subrayado: Donde señalaremos aquellos conceptos y términos clave.
    • Esquema: Representación gráfica de aquello que he subrayado, que me servirá de referencia para visualizar la estructura de los contenidos y los conceptos básicos que he de aprender.
    • Resumen: A partir de las ideas representadas en el esquema, elaboro un escrito breve y preciso (como si estuviese contestando a una pregunta de examen).
    • Memorización: Es la etapa de la repetición del contenido para conseguir que se almacene en mi Memoria a Largo Plazo. Como en las fases anteriores ya he trabajado dicho contenido, la etapa de la memorización será muy sencilla.
Además de esos tres aspectos fundamentales, citaremos otros de gran importancia para estas semanas en las que los exámenes se acumulan:
  • Alimentación: Procura no variar tus hábitos alimenticios. Evita, como siempre, el exceso de productos ricos en grasas saturadas y aquellos como bollería industrial. Mantén una alimentación saludable,  e incluye alimentos con componentes favorables para la memoria y las habilidades cognitivas como las nueces, los cítricos, las frutas silvestres (moras, fresas), la proteína baja en grasa (pechuga de pollo,  huevo, pavo), etc.
  • Deporte: Siempre conviene que en tu horario semanal, tengas previsto algo de ejercicio físico. Una caminata a una velocidad moderada, unas tres veces por semana, puede ser suficiente para despejar la mente, oxigenar nuestro cerebro y mantener un adecuado tono físico que nos permita afrontar nuestras jornadas de estudio.
  • Sueño: No cambies tus hábitos de sueño. Dormir entre 7 y 8 horas es conveniente si queremos que los conceptos aprendidos durante el día se fijen en nuestra Memoria a Largo Plazo, algo que sólo sucede cuando nuestro cerebro tiene el tiempo de sueño suficiente para pasar por las fases No-REM - REM.
  • Control de la ansiedad: Si los nervios te juegan una mala pasada, procura practicar todos los días alguna sencilla técnica de relajación. Por ejemplo la que te presentamos a continuación: 
    • Túmbate boca arriba sobre una superficie cómoda y firme con los ojos cerrados y la mandíbula y las extremidades relajadas. 
    • Concéntrate en ir relajando tus músculos de la cabeza a los pies.
    • A continuación, centra tu atención en controlar tu respiración.
    • Mantente en esta posición entre 5 y 10 minutos, con la mente en blanco, sólo prestando atención a la respiración.
    • Finalmente, activa tus músculos poco a poco y abre los ojos.
Teniendo en cuenta estos factores y poniendo en práctica estas sencillas pautas, estaremos listos para afrontar cualquier periodo de exámenes, por duro que parezca. Trabaja a diario, confía en tus capacidades y a por ello.

¡Mucha suerte!